jueves, 23 de febrero de 2017

El miedo


 

En esta entrada hablamos de que el miedo también es bueno, 
¿Cuáles son los más típicos según la edad?
¿De dónde viene ese miedo?
Qué NO hacer y qué SI hacer. Los 6 síes y los 6 noes ante el miedo infantil
Recursos: cuentos y dinámicas para ayudar a gestionarlo







 
GRACIAS MIEDO
Aunque nos rechine la idea, lo cierto es que el miedo es necesario. Es una emoción que nos ha acompañado como especie durante nuestra evolución y que ha sido en parte lo que ha garantizado que no nos extinguiéramos.  Manteniéndonos aun hoy apartados de aquellos lugares o situaciones que percibimos como peligrosos.


 Sin embargo hay ocasiones en las que el miedo aparece ante objetos o situaciones que de manera objetiva no parecen peligrosos o directamente no existen (por ejemplo un monstruo) entonces decimos que se trata de miedos desadaptativos, los cuáles generan gran confusión, frustración y sufrimiento. Son miedos muy subjetivos, puede haber mucha diferencia ante qué estímulos aparecen en un niño u en otro (el ruido de la lavadora, monstruo, oscuridad).Pero eso no quiere decir que no experimenten el miedo con la misma intensidad y ansiedad.

ANSIEDAD
La ansiedad está muy presente en todos los procesos de miedo y en especial en las fobias. Con ansiedad nos estamos refiriendo a todas esas importantes alteraciones en el cuerpo y en el pensamiento que se ponen en marcha en nosotros cuando experimentamos un miedo intenso: sudoración, palpitaciones, pensamiento repetitivo... Es como espiral infinita difícil de cortar, un círculo vicioso donde los pensamientos irracionales alimentan a las sensaciones físicas de miedo y viceversa.

Este vídeo ejemplifica muy bien lo que ocurre



 Sin embargo aunque el miedo resulte tan molesto o desagradable no podemos decir que sea negativo. Hay una costumbre muy extendida que consiste en dividir las emociones en positivas y negativas, pero por nuestra experiencia clínica, en general  lo positivo es poder "darse cuenta" de la emoción, y atenderla (hacer algo con ella para gestionarla) sea la emoción que sea y lo que se puede convertir en un problema es no atender esa emoción. Aprender a gestionar el miedo es un aprendizaje conjunto que podemos realizar en familia, una de esas oportunidades que nos da la crianza de poder crecer juntos.  En este artículo te ofrecemos además de la información que necesitas, algunos recursos.


MIEDOS POR EDAD
Los miedos son diferentes en cada etapa del desarrollo.
Lo habitual es que a medida que el niño crece vayan desapareciendo progresivamente, aunque en ocasiones pueden derivar en miedos patológicos y es recomendable solicitar atención psicológica.
Respondiendo al estadio de madurez cerebral de cada etapa, los podemos agrupar de la siguiente manera:


Primera infancia (hasta los 2,5 años): 
0 a 6 meses: Algunos autores afirman que los bebés no comienzan a mostrar miedo hasta los seis meses de vida.
6 meses: Es a partir de esta edad cuando comienzan a experimentar miedo a las alturas, a los extraños y otros. Son miedos que se consideran programados genéticamente y de alto valor adaptativo.
1 año a 2,5 años: Se intensifica el miedo a la separación a los padres y a los extraños. Estamos en una edad en la que el niño empieza a coger independencia motora y de forma adaptativa busca tener cerca a sus figuras de apego.Empiezan a surgir en este momento los primeros miedos relacionados con pequeños animales, también aparecen los miedos a ruidos fuertes como por ejemplo a los de las tormentas (estos miedos pueden aparecen dado la hipersensibilidad sensorial de los niños de estas edades)


 Etapa preescolar (2,5 a 6 años): Se mantienen los miedos de la etapa anterior (extraños, ruidos, etc) y pueden empezar a entrar en escena los estímulos imaginarios: los monstruos, la oscuridad, los fantasmas o algún personaje de cine o de cuento. La mayor parte de miedos a animales empiezan a desarrollarse en esta etapa y pueden perdurar hasta la edad adulta.

 
Niños (6 a 11 años): El niño alcanza la capacidad de diferenciar lo imaginativo, las representaciones internas, de la realidad objetiva. De ahí que los miedos empiecen a ser más realistas y específicos, bajando estadísticamente los temores a seres fantásticos y tomando relevo como más significativos los miedos a daño físico (accidentes), miedos médicos (heridas, sangre, inyecciones) y el miedo a la separación o divorcio de los padres estaría ahora más presente en aquellos casos en los que la situación familiar pueda ser hostil o inestable.


 Preadolescencia: Se reducen significativamente los miedos a animales o estímulos concretos, dando paso a preocupaciones derivadas de la crítica, el fracaso y el rechazo por parte de sus iguales.


Adolescencia: Se mantienen los de la etapa anterior pero se incrementa la frecuencia dew los relacionados con las relaciones interpersonales, el rendimiento personal, los logros académicos, etc. Decaen los miedos relacionados con el peligro, la muerte.


EL ORIGEN DE LOS MIEDOS
¿son aprendidos?

Es difícil poder saber cuál es el origen de los miedos en cada persona. Habría que valorar cada caso en particular. Pero en términos generales podemos diferenciar entre:
Innatos. Se heredan por especie, están inscritos en nuestros genes como forma de protección y garantía de supervivencia.

Adquiridos. Provienen del mundo exterior, y se  aprenden o bien directamente por la propia experiencia, algo que le ocurra al niño. O bien por vía indirecta por las reacciones que el niño observa o por la información que se le transmite. De hecho, algunos estudios plantean como los padres con tendencia a ser miedosos y/o con más tratornos de ansiedad suelen tener hijos con miedos o ansiedad  en mayor proporción que los padres que no los tienen. Y es que los pequeños suelen adoptar los patrones aprendidos de sus padres a la hora de explorar y entender el mundo.

El papel de la incertidumbre.Cuándo no sabemos lo que va a ocurrir nuestros mecanismos de alerta se ponen en marcha (de manera adaptativa previniendo un peligro) Pero la incertidumbre es una constante en nuestras vidas, no podemos saber con totral certeza lo que va a ocurrir. Los niveles de tolerancia a esa incertidumbre varian entre personas. La ansiedad se despierta al no tolerar la incertidumbre.  Por eso es importante que desde pequeños aprendamos a manejar esa tolerancia a la incertidumbre, de otro modo es posible que nuestros mecanismos de alarma se vuelvan muy sensibles y se pongan en marcha incluso ante situaciones poco peligrosas, con toda la sintomatología y malestar que ello genera.



LOS 6 SIES Y LOS 6 NOES 
 
NO
1- No ponerse nervioso, a veces es difícil acompañar porque desde nuestra visión de adulto tenemos muy claro que el monstruo no existe, pero para el niño lo es y no serviran argumentos en este momento porque el nivel de ansiedad es tan alto que no deja espacio al razonamiento.
2- No forzar al niño a efectuar aquellas conductas que teme.
3- No ridiculizar
4- No castigar ni sermonear
5- No ver películas violentas o de terror. La mayoría de veces el niño no entiende lo que está ocurriendo y su imaginación lo completa.
6- No permitir mensajes amenazadores del resto de personas (familiares, etc)  si no comes... si no te portas bien...

SI
1- Mantener la calma
2- Empatizar Ponernos en el lugar del niño, para él el objetop del miedo es real y las sensaciones muy desagradables.

3- Realizar aproximaciones sucesivas. Planificar una gradación de situaciones para que el niño vaya progresando
4- Reforzar los avances graduales
5- Técnica de relajación, introducir alguna puede resultar útil según el caso
6- Acompañar mostrar cariño, estar presentes y conscientes

Estas recomendaciones son generales y deben ajustarse a la edad del niño y sus características.

Cuando los miedos son más severos, persistentes y alteran significativamente el funcionamiento del niño en su entorno familiar, escolar o social, podemos encontrarnos con trastornos que ya no formarian parte del ciclo evolutivo "normal" si no que deberín ser objeto de tratamiento especializado.


RECURSOS E IDEAS

En nuestros talleres además de una sesión de asesormiento para padres y profesionales, ofrecemos una sesión conjunta con los peques donde a traves de cuentos y juegos trabajamos diferentes recursos de gestión emocional. Aquí compartimos contigo algunas ideas que pueden resultarte muy útiles. 


CUENTOS: Los cuentos, la narrativa, son un recursos interesante para sacar temas de contenido emocional con los niños de manera espontánea y poder hablar con naturalidad sobre diferentes formas de afrontamiento. Te dejamos bibliografía de cuentos que pueden ser interesantes e ideas para tirar del hilo con ellos. En la entrada encontrarás algunos de los que aquí mencionamos y otros más (con más ideas) 

RECONOCIMIENTO DE SÍNTOMAS FÍSICOS: Durante los talleres insistimos en tomar conciencia de las reacciones de nuestro cuerpo ante el est´´imulo que tenemos (aceleración del pulso, hiperventilación, temblores...) es importante hablar con los niños acerca de dónde notan ellos el miedo a nivel corporal y enseñarles a autorregularse.

TÉCNICAS DE RELAJACIÓN: En los talleres hacemos referencia a "técnicas de respiración diafragmática" y "tensión muscular". Este es un tema extenso y por ello dedicamos una sesión completa de cuentacuentos sólo  a la relajación. Pues es una herramienta que puede resultarnos útil en otras muchas situaciones.

INCERTIDUMBRE: ya hemos hablado de su importancia unos párrafos más arriba, idea para casa: jugar a ¿y qué podría ser?. Cuándo en casa oigamos un ruido que le sorprenda, hacerse esa pregunta respondiendo incluso con las alternativas más disparatadas y un poco de humor, evitando toda comprobación. De esa mnera vamos aprendiendo a vivir con esa incertidumbre.

ELEMENTOS QUE APORTEN SEGURIDAD: Ya hemos destacado el importante papel de los padres que son para el niño el más importante elemento de seguridad: el abrazo, el acompñamiento, el respeto a su emoción. Pero también podemos brindar otro tipo de recursos al niño de los que él mismo se irá deshaciendo con el timpo a medida que se vaya sintiendo más seguro. Por ejemplo: irse a dormir con una linterna o con un silbato para avisarnos, a menudo suele ocurrir que por el simple hecho de tenerlos en la mano se sienten más seguros y no los utilizan.
                             
Pero desde luego si nos centramos sólo en poner esos elementos de seguridad no resolveremos nada, por encima de todo tiene que estar el acompañamiento (ello queda muy bien representado en este maravilloso cuento: "de verdad que no podía" de Gabriela Keselman)


 El cuento "El tragasueños" de Michael Ende, es un cuento en este sentido que está en nuestros coraoncitos. Y que combina ambas cosas: el propio cuento introduce ese elemento de seguridad, un poema que queda a disposición de los niños y que al mismo tiempo puede convertirse en un bonito ritual que compartamos con los niños, acompañándolos.  


DIBUJAR LOS MIEDOS: Les estamos ofreciendo otro canal para expresar sus emociones en el que a veces se sienten más cómodos. Además estará proyectándolo "sacándolo de él " de alguna manera. Una idea para casa sería dibujar el miedo en el mismo momento en que se sienta o después recordándolo y preguntarle después ¿qué quieres hacer con él? ¿tirarlo? ¿pisarlo? ¿romperlo? de esta manera le devolvemos al niño cierta sensación de control sobre sí mismo, recuperando en parte algo de su seguridad y con la sensación de que puede hacer algo.

EMPAREJAMIENTO POSITIVO- NEGATIVO: Se trata de promover la risa y el humor, lo cual es totalmente diferente a caer en la ridiculización de la emoción. Se recomiendan los acercamientos progresivos al estímulo temido y que esos acercamientos sean positivos que mejor entonces que unirlos a actividades agradables como juegos o historias.


 Ideas por ejemplo: dibujar los miedos de manera graciosa y con música alegre, convertirlo en personaje gracioso, humanizándolo de alguna forma... el monstruo también siente, también ríe, también llora incluso se tira pedos (si nos vamos a lo escatológico que siempre hace que se les escape una sonrisa) para eso los cuentos te pueden ayudar mucho, por eso en el artículo del blog cuentocontao te dejamos más ideas de cuentos que pueden resultarte útiles: miedo a la oscuridad, ansiedad por separación de los padres, miedo (fobia a peinarse)...

No olvides que estamos a tu disposición tanto con nuestra atención clínica personalizada como con nuestros talleres prácticos en los que compartiremos conocimientos y recursos.
Esperamos veros pronto.

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